sábado, 25 de enero de 2014

A tus ojos


De la mas alta torre se elevaron tus ojos,
y la noche, con su magia, tiñó de estrellas tu mirada,

Todos los luceros se prendieron,
como un faro brillaron tus ojos,
guiándome,
inconfundíblemente,
al encuentro con tu alma.
El mago de tu pupila no duerme su conjuro;
Aun sigo cautivado.

Eres un hechizo interminable.
una calma precisa.
Tu mirada
Es la senda bendecida por la primavera,
que me atraviesa como una flecha del rosal,
con sus pétalos y sus espinas.

Tus ojos no brillan como oro ni como perlas;
tus ojos tienen sus propia luz inigualable,
su destello de lejana hermosura
Tiene un mutismo que me besa,
tu mirada tiene una figura delgada que seduce,
y se extiende por toda la tierra buscándome.

No hay nada que no puedas ver.
Ante tus ojos mi corazón esta desnudo, deshojado;
has visto el color de los sueños de mi sangre y su fragancia,
el polvo de mis huesos,
las lágrimas perdidas.
Soy prisionero del abismo de tus ojos,
atrapado en la espiral de tu pupila
y caigo por ese sueño 
que se esconde tras tus parpados.
Vivo apretado en tus ojos cuando duermes.

Enrique Urueta

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