Se citaron en el parque. Pero no era de
esas citas que uno planea, o uno espera, o ves venir. No era una típica cita
que haces sino una cita que el destino manda, que algo más allá de todo
planea, y te golpea. De esa invitación implícita, algo inadvertido que nos
sobrepasa y no tiene explicación. Un cita a ciegas que no te abre los ojos sino
el corazón. Si algo así ocurrió, el destino los citó en el parque el lunes a
las 5:43 p.m. Se conocieron a tiempo. Hola dijo ella. Hola contestó él. Y el
destino dijo "Te presento a quien has estado esperando toda tu vida."
Momentos. Breves Historias de Amor
Enrique Urueta.
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