domingo, 6 de julio de 2014

Ya he oído el silencio titilante de tu cuerpo...


Ya he oído el silencio titilante de tu cuerpo,
la desnudez de la rosa,
la caída inmensa de la noche.
De qué luz te has vestido,
y tus ojos lejanos, 
y tus besos tibios
del camino glorioso de tu boca
donde errante me he perdido
y sigo y sigo
varado entre tus senos y tu ombligo,
en el mesón de tu cuerpo,
entre tanta lluvia y rocío,
que mis venas secas humedece,
que mi sangre de deseo ha encendido.
Y te miro, y te miro,
enternecida luna de suspiros,
robándome el aliento,
el día, la noche, y todo lo que vivo,
y te beso y te beso
hasta el corazón, la sangre, y los suspiros,
la voz, la luna, y el destino;
te beso y te beso y no termino,
El cielo, tus ojos y el camino,
Te beso hasta la sombra, y la oscuridad
de la que te has teñido.
Y sigo la linea desnuda
del amor que se ha quedado
entre tu corazón y el mío.

Enrique Urueta

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