Sin alma. De alas rotas. Nocturno.
Consumí toda la sangre de la luna
gota a gota toda su luz y su sombra.
Revivido, al amparo de las estrellas
la buscaba para probar la flor de su boca
sanguinolenta, fragante y bella;
la buscaba delirante, errante, perdido;
qué la noche extienda sus alas
y me muestre el camino
al eterno placer de sus labios de plata,
el lugar sempiterno de la oscuridad,
los ceñidos brazos de la lujuria;
el cuerpo donde mi sed se sacia.
La he buscado para sepultar
en su pecho, mi corazón sin vida,
el desgarro de un suspiro,
mi ultimo aliento maldito
que sin fin la busca,
pues aún la busco enamorado
para poder enterrar,
en sus ojos, mi sueño mutilado
y al fin, dormir en paz.
Enrique Urueta
No hay comentarios:
Publicar un comentario