No hay despedida más triste que aquella que no besa y es hasta nunca.
Tan hueca y tan vacia como la nada.
Y te has llevado lo que en mi había
―Lo poco que quedaba―
Y me dejas oscuro y frio
Despidiendo sombras negras
Cuando el severo acento de la o ―de ese adiós que me dijiste ― cruelmente me destruye.
10 poemas tristes, Enrique Urueta
No hay comentarios:
Publicar un comentario