Vuelvo a ser triste. Un suicidio.
El planeta que muere a lo lejos
y se apaga lentamente como los soles sin vida.
El llanto de los cuervos afligidos.
Un barco abandonado y triste.
Regreso a ser el denso aire. Un dolor.
Quizás una muerte. Quizás la inerte soledad.
O la oscuridad mas profunda que exista.
Pero algo soy, algo inanimado y débil.
Un bosque después del incendio;
Una yerma tierra sin nada de esperanza.
El árido desierto que nadie habita.
O lo que verdaderamente es la luna:
una mundo solitario y distante
que todos vemos y apreciamos.
Si, algo inhabitable. algo muerto.
quizás un invierno. O una hoja de otoño
que correo deseosa de otra vida.
Algo debo ser, lo más triste de este mundo:
El suspiro melancólico del suicida.
El llanto de los ángeles,
una lágrima siquiera.
Soy el cadaver de los sueños
que reposa bajo el agua.
Algo muy triste.
Un vacio interminable.
Una estrella caída, moribunda, apagada.
Vuelvo al origen de todo,
vuelvo a ser simplemente nada.
10 poemas a la tristeza, Enrique Urueta